Paine. Av. Baquedano. Sábado 23 de mayo, 2.009. 18.30 hrs. Atardece.
La gente lleva bolsas de supermercado, los autos se multiplican. Entre los vehículos estacionados encontramos a la Negrita “pegada” a otro perro. Ella es más grande y lo arrastra, ambos gritan, se desesperan. Entra el “Cabezón” a escena. Se aproxima al otro macho gruñendo, está exigiendo su turno. Se le lanza encima, lo ataca y lo muerde en el cuello. Forcejeando se monta en la perra tratando de aparearse, cuando ésta aún está “pegada” al otro perro. ¡Que horrible “espectáculo¡. Los tres se revuelcan y pelean, la Negrita cruza corriendo la calle, lleva a rastras al macho mientras lucha por “despegarse”. Los paininos los miran y pasan, algunos se ríen, nadie reacciona excepto tres mujeres: una lanzándoles piedras, la otra trayendo agua y la tercera intentando fotografiar este momento horrendo y brutal: una hembra en celo abandonada en la calle, una perra por la que nadie mueve un dedo, ¿le importarán a alguien los cachorros “quiltros” que van a nacer luego?.
Y esto pudo ser aún peor, porque el Cabezón y la Negrita estaban enfermos de sarna. El perro fue tratado durante dos meses (14 marzo al 19 mayo), dándole día por medio, vía oral el medicamento correspondiente. Y ella fue inyectada una vez por semana, durante cinco (2 abril al 30 abril). ¿Se imaginan si esos dos perros se hubiesen apareado estando enfermos?, ¿a cuántos perros habría contagiado la Negrita?, y esos ¿a cuántos otros más?.
El contagio se pudo evitar, y todavía estamos a tiempo de esterilizar a la Negrita, pero eso tiene un costo, ¿quién aportará?, ¿hay alguien que esté dispuesto a gastar dinero en una perra callejera?. Las buenas intenciones sobran, pero en este instante necesitamos acciones y donaciones, porque muchísimas Negritas andan deambulando, y este episodio ciertamente, se repetirá.
¡¡Nos urge recolectar fondos para que esto no vuelva a suceder¡¡
La gente lleva bolsas de supermercado, los autos se multiplican. Entre los vehículos estacionados encontramos a la Negrita “pegada” a otro perro. Ella es más grande y lo arrastra, ambos gritan, se desesperan. Entra el “Cabezón” a escena. Se aproxima al otro macho gruñendo, está exigiendo su turno. Se le lanza encima, lo ataca y lo muerde en el cuello. Forcejeando se monta en la perra tratando de aparearse, cuando ésta aún está “pegada” al otro perro. ¡Que horrible “espectáculo¡. Los tres se revuelcan y pelean, la Negrita cruza corriendo la calle, lleva a rastras al macho mientras lucha por “despegarse”. Los paininos los miran y pasan, algunos se ríen, nadie reacciona excepto tres mujeres: una lanzándoles piedras, la otra trayendo agua y la tercera intentando fotografiar este momento horrendo y brutal: una hembra en celo abandonada en la calle, una perra por la que nadie mueve un dedo, ¿le importarán a alguien los cachorros “quiltros” que van a nacer luego?.
Y esto pudo ser aún peor, porque el Cabezón y la Negrita estaban enfermos de sarna. El perro fue tratado durante dos meses (14 marzo al 19 mayo), dándole día por medio, vía oral el medicamento correspondiente. Y ella fue inyectada una vez por semana, durante cinco (2 abril al 30 abril). ¿Se imaginan si esos dos perros se hubiesen apareado estando enfermos?, ¿a cuántos perros habría contagiado la Negrita?, y esos ¿a cuántos otros más?.
El contagio se pudo evitar, y todavía estamos a tiempo de esterilizar a la Negrita, pero eso tiene un costo, ¿quién aportará?, ¿hay alguien que esté dispuesto a gastar dinero en una perra callejera?. Las buenas intenciones sobran, pero en este instante necesitamos acciones y donaciones, porque muchísimas Negritas andan deambulando, y este episodio ciertamente, se repetirá.
¡¡Nos urge recolectar fondos para que esto no vuelva a suceder¡¡
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