lunes, 6 de julio de 2009

El “Colo-Colo”

Dormía en la calle con su amo, en cualquier banco de plaza o en una especie de carpa de nylon en la calle 4 Norte. Pero se quedó solo, porque a su amo lo mató el alcohol. Y hoy anda por ahí y parece arreglárselas bien, sin embargo, la mala alimentación, el frío y tal vez la pena lo enfermaron. Fue uno más en la larga lista de los derrotados por la sarna.
Pudimos sanarlo, aunque no sin dificultad, porque se nos escabullía, pero lo importante es que hoy está sanito y sigue vagando por las calles de Paine, como tantos otros “quiltros” que se defienden solos del hambre, de la sed, del calor y del frío, y a veces también de ciertos seres humanos agresivos, e incluso, crueles, que están dispuestos sin titubeos a tirarles un pan envenenado.

Paine, 7 de junio

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